Mi compañera japonesa que vino en febrero del 2019. Se regresa este domingo a Japón. NO puedo superar que se vaya así, quiero seguir platicando del tema una y otra vez. Mañana le organice una cena de despedida que mas bien debería ser un baby shower, porque esta embarazada. Yo que me digo ami mismo pro-vida, debería estar feliz por el bebé. Por el contrario, me preocupa que ella se vaya. Ya que estaré solo en ventas, y mi jefe estará mas ocupado que nunca.
Se que es su vida y no tengo derecho a opinar. Ella tiene el derecho a hacer lo que quiera, sin embargo, esperaba que me acompañara, y poder practicar mas japonés. Ciertamente puedo practicar de otras maneras, y otras personas que sepan japonés pueden llegar a mi vida. Pero me aferro a un imposible. Irónicamente, mucho tiempo, me quejaba de que no me ayudaba. Tal vez era solo una preparación a que finalmente no me ayudaría.
Su compromiso es limitado y así debe de ser puesto que su vida no le pertenece a la empresa. Seguramente nuestra amistad podrá continuar, pero falta mucho para que llegué alguien que cubra su posición tal vez nunca llegará.
Farewell Hoja de primavera. La vida seguirá y nos separará. Yo como Daniel deberé seguir en el pozo con los leones.
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